PAPUA NUEVA GUINEA, PARAISO INEXPLORADO
Aquí os dejamos reflejadas nuestras sensaciones tras nuestro paso por uno de los paraísos de la tierra.
Nuestro paso por Papua Nueva Guinea no nos ha dejado de indiferentes y no ha sido mucho menos que el anterior destino, Vanuatu. Esta segunda gran etapa del Pacifico esta resultando de lo mas interesante dado que cada vez que navegamos hacia el oeste y descubrimos un nuevo país es igual o mas interesante que el anterior.
Nuestra llegada la llevamos a cabo a través del Archipiélago de las Louisiades, el mas al este de Papua. Este es un gran atolón lleno de islitas en su interior y mar mas o menos tranquilo. Nosotros hicimos la entrada por la parte sureste del atolón fondeando en una de las primeras bahías de Sudest Island donde sorprendentemente nos encontramos un velero fondeado. Era una gran bahía rodeada de manglares y con agua turbia en la cual no se veía nada. El viento soplaba con fuerza ya estábamos pensando en montar los equipos de kitesurf una vez fondeados, idea que se esfumo cuando nuestros nuevos amigos del velero vecino nos informaron rápidamente que la bahía estaba llena de cocodrilos…… no queremos pensar que hubiese pasado si no hubiese estado el barco alemán.
Dado que no queríamos ser carne de cocodrilo y queríamos matar nuestras ansias de hacer kitesurf al día siguiente nos despedimos de nuestros amigos después de un café a bordo y navegamos 15 millas al norte a probar suerte en otra bahía. Esta siguiente bahía tenia características similares a la anterior y después de inspeccionar la zona con el dinguy, concluimos que tampoco era un buen lugar para tirarse al agua. Este hecho junto con un mensaje de nuestros amigos italianos de Zoomax que decía que estaban fondeados en una isla con un pequeño pueblo, una bahía bien protegida y un cercano spot de kitesurf, ayudo a tomar la decisión que al día siguiente debíamos cambiar de lugar. El día amaneció soleado y bien pronto por la mañana nos dispusimos a navegar las 35 millas que nos separan de nuestros amigos y del tan deseado kitesurf. La navegación fue tranquila aunque siempre pendiente de la gran cantidad de arrecifes que hay dentro del atolón y siempre cumpliendo la tan importante regla del sol alto y por la espalda para evitar sorpresas indeseadas.
Sobre las 2 del mediodía soltábamos nuestra ancla a estribor del Zoomax en Hoba Bay en Pana Numara Island (11 09.240 S-152 46.760 E). El panorama había cambiado radicalmente, enfrente ya no teníamos los dichosos manglares con los estimables cocodrilos sino teníamos una estupenda playa de arena blanca, palmeras, agua cristalina, un pequeño pueblo y a nuestros grandes amigos de navegación al lado. En seguida estábamos en el dinguy junto con Paolo y Anna rumbo al pueblo. A medida que nos acercábamos a la playa una gran cantidad de niños se acercaban a nuestro encuentro saludando alegremente, todos ellos descalzos, algunos sin camiseta, otros con los pantalones medio caídos, otros desnudos…… tímidamente nos observaban como extraterrestres pero cada vez perdían la timidez y podías intercambiar algunas palabras. Algunos adultos salieron a nuestro encuentro con los cuales pudimos conversar y nos ensenaron todo el pueblo, siempre seguidos por un gran grupo de niños pendientes de todo lo que hacíamos e intentando entender de donde veníamos. Durante nuestra travesía habíamos pescado un gran Spanish Mackarrel que regalamos en el pueblo dado que nosotros teníamos ya la nevera llena de pescado. Inmediatamente lo cortaron y lo repartieron entre diferentes familias, a cambio nos dieron unas patatas. Tras un largo paseo, visitando todo el pueblo, la escuela, etc. volvimos al barco donde cenamos tranquilamente junto con Paolo y Ana.
El día siguiente lo pasamos relajadamente por el barco haciendo cosas y recibiendo la infinidad de canoas locales que nos venían a ver para conversar un rato y llevar a cabo alguna transacción mercantil….. “tengo algunos huevos de gallinas de la isla que te puedo dar a cambio de algunas libretas y colores para los niños, tengo algunas verduras que puedo cambiar por un poco de arroz…., necesito algunas camisetas o toallas…..”. En la isla no existen tiendas de provisiones por lo que tienen que navegar 20 millas al norte hasta Missima para comprar cosas, pero en la isla cada familia dispone de su huerto donde cultivan vegetales y algunas frutas para el auto consumo y las cuales ofrecen para el intercambio. No tienen acceso a cosas básicas como ropa, ciertos alimentos, material escolar y aprovechan la visita de los barcos para intentar intercambiar cualquier cosa como antiguamente hacían sus antepasados.
Durante el día recibimos también la visita de Bernard George (Benet) y sus nietos. Benet es uno de las personas mas mayores del pueblo (67 anos) y uno de los hombres importantes. Con una permanente sonrisa y un perfecto ingles, nos cuenta desde su kayak que es originario de las Louisiades pero que tuvo la oportunidad de estudiar fuera así como fue profesor de la Academia Marítima de Papua New Guinea (PNG) en las asignaturas de navegación así como había viajado en barcos mercantes fuera de su país. Después de muchos años fuera de las islas decidió regresar para disfrutar de la tranquilidad de la aldea y su familia. Tras una hora de agradable conversación nos abandona sin antes pedirnos a ver si podemos ayudarle en repararle el kayak que tiene una pequeña fisura por donde le entra algo de agua y ademas nos invita a cenar en su casa. Aceptamos a ayudarle con el kayak y por supuesto a cenar en su casa por lo que quedamos para el día siguiente.
El día amaneció ventoso así que ambos barcos levantamos anclas, Zoomax se dirigía hacia un nuevo fondeo a 40 millas y nosotros a blue lagoon, el famoso spot para kitesurf ubicado a una milla al norte de donde nos encontrábamos. Con Paolo y Anna nos despedíamos temporalmente hasta Indonesia donde ellos debían estar unas semanas antes que nosotros. Tras media hora de navegación estábamos fondeados en el interior de la laguna y a los pocos minutos en el dinguy con todos los equipos y rumbo a la playa. En la playa nos recibieron nuestros nuevos amigos Warren (sobrino de Benet) y David que viven en la pequeña isla junto con su familia. Ellos muy amables nos dieron la bienvenida y no pusieron impedimento en que hiciésemos kitesurf en su isla así como nos ayudaron a montar los equipos y observaban cada uno de los movimientos, estaban alucinados.
Tras pasar todo el día en la playa poniendo en prueba nuestras habilidades y conversando con nuestros nuevos amigos volvimos al pueblo dado que habíamos quedado con Benet para arreglar su kayak y cenar en su casa. Volvimos a ser el centro de atención de todo el pueblo y tras conversar con varios niños Pol se dispuso a reparar la fisura en el Kayak la cual fue sellada con un poco de Sikaflex, se puso un parche de plástico encima y se atornillo, una buena reparación supervisada por media aldea. Tras el trabajo nos dirigimos a casa de Benet donde su familia había preparado la cena y pudimos seguir con una agradable conversación. Benet nos habla de su país, de la diferencia entre la vida en las ciudades con una alta criminalidad y la vida tranquila en las aldeas, de sus viajes, de su familia…. La cena a base de verduras locales y nuestra aportación de Wahoo con leche de coco y arroz blanco fue mas que suficiente. Benet nos comento que al día siguiente se presentaría en el barco con el libro de visitantes para que lo firmásemos y dejásemos nuestro comentario.
Así fue, a la mañana siguiente Benet y su nieto estaban a bordo con su libro, tomamos café, conversamos y dejamos nuestra estampa en el libro de visitas. El día volvió a ser ventoso así que nos dirigimos de nuevo a casa de Warren y David a kitesurfear de nuevo. Cuando nos dispusimos a abandonar la playa y tras cargar el dingy con todo el material nos dimos cuenta que debido al peso el conector de entrada de gasolina al motor se había roto no pudiendo así encender el motor por lo tanto debíamos remar el largo tramo que nos separaba del barco contra el viento y corriente así que le pedimos a nuestro amigo Warren si podíamos dejar los equipos en su casa para no cargar tanto peso. De nuevo en el dinguy empezamos la larga remada ya mas aligerados de peso pero sin mucho éxito en cuanto a nuestro avance. Warren nos observaba desde la playa y cuando vio nuestro éxito salio con su piragua para ayudarnos pero justamente pudimos arrancar el motor haciendo un apaño provisional.
Los días siguientes los pasamos disfrutando del fondeo, del lugar, de su gente, del spot del kitesurf, de paseos por la aldea jugando con los niños…. pero sobretodo observando y conociendo la manera de vivir de la gente la cual no se diferencia en prácticamente nada a la forma de vida que llevaban sus antepasados muchos muchos años atrás. Siguen viviendo en paz y tranquilidad en sus cabañas de troncos y cubierta de hojas de palmera entrelazadas, durmiendo en esterillas en el suelo, cultivando sus huertos, cocinando con leña, viviendo sin luz eléctrica, saliendo a pescar con sus barcos de vela hechos artesanalmente y desplazándose con sus ligeras canoas. Les faltan muchas muchas cosas básicas pero son felices y no se les ve muy preocupados por ello. Son personas muy puras y que no se han visto afectadas por las perversiones del primer mundo. Hacen todo lo posible por ayudarte, siempre con una sonrisa en la cara y los niños solo deben preocuparse de encontrar algún que otro invento para jugar por cada rincón de la arenosa aldea, ya sea con un balón, ya sea con un barquito hecho por ellos, o cualquier simple cosa, ellos ya son felices.
Tras casi una semana en Pana Numara, pensamos que seria hora de cambiar de destino. Queríamos estar en Port Moresby a principios de agosto sin antes dejar de visitar otros lugares. Habíamos decidido que nuestro próximo destino seria Nivani cerca de la isla Pana Pom Pom ubicada fuera del gran arrecife de las Louisiades y a unas 30 millas de distancia. No queríamos irnos sin antes despedirnos de nuestros amigos de la aldea así que a primera hora bajamos a tierra para llevar a cabo las despedidas. Justo al llegar, observamos que la mayoría del pueblo estaban sentados en la plaza principal todos muy serios escuchando a alguien que hablaba. Al principio pensamos que había sucedido algo serio pero nos comentaron que era viernes por la mañana, día en el que se celebra “comunity meeting”así que allí se encontraban todos debatiendo sobre los diferentes aspectos de la aldea y cada uno aportando su punto de vista. En ella estaba participando nuestro amigo Benet que se quejaba que los niños estaban tirando escombros al mar así como andaban correteando por la aldea a altas horas de la noche. Tras finalizar su turno, vino a nuestro encuentro y con el dimos una ultima vuelta a su casa, a la escuela y llevar a cabo una ultima reparación sobre una placa solar. Tras el paseo, nos acompaño hacia la playa y con un fuerte abrazo y los ojos enrojecidos nos despidió cariñosamente. Nosotros también tristes, pero alegres por poder observar que en algún rincón remoto del mundo aun existe gente como la de Pana Numara que aun viven tan tradicionalmente (España 150 años atrás estaba mas avanzada que ellos), no muy preocupados por el avance y son extremadamente felices. Nos despedimos sin antes pedirle a Benet el deseo que hiciesen el esfuerzo de mantener la isla, el pueblo y su gente tal y como están, dado que es único y muy especial.
Tras unas horas navegando entre reefs, llegamos a la bonita isla de Nivani, donde encontramos un barco kiwi con 3 hombres mayores, acababan de llegar de Cairns (Australia). Tienen una ruta prevista para los próximos meses en la cual navegaran siempre up wind… ahora se dirigían a Salomon y mas tarde a Vanuatu, para estar de nuevo en Nueva Zelanda al inicio de la temporada de ciclones. A los pocos minutos de fondear, apareció Martin, un hombre local que paso muchos años trabajando para “Misima Mines”… después de sufrir un grave accidente decidió retirarse y volver a la tranquilidad de las islas pequeñas.
Antes de las 8 de la mañana, apareció el “Plan B”, megayacht de estética 007, negro que ya conocíamos de otros destinos del Pacifico, con muchos dinghis potentes, jetskis, helicopter y mas cosas inútiles. Les pedimos si podíamos comprarles 10 litros de combustible para nuestro querido PARSUN y nos dijeron que tenían “poca gasolina”, vaya hombre….
Después de un buen desayuno con Martin a bordo (tomo dos cafés), dejamos su canoa amarrada a la popa del SIKKIM y nos fuimos con nuestro auxiliar a tierra, quería presentarnos a su familia y enseñarnos el lugar en el que vive. La aldea se encuentra en PANA POM POM, la isla de enfrente, se trata de una comunidad un poco mayor a la de Pana Numara, parece que el acceso a las necesidades básicas es un poco mas factible, de todos modos, necesitan de todo… tampoco parecen muy preocupados. Una de las cosas mas interesantes es que tienen una gran presa de agua, así que pudimos llenar nuestros tanques, los niveles de los cuales se encontraban preocupantemente bajos… nos dieron 160 litros! a las 12:00 del mediodía se celebro un soccer match y fuimos invitados a presenciarlo, todos los niños de la zona estuvieron con nosotros todo el rato, cantando, riendo… nos señalaban y exclamaban: DIM DIM (BLANCO). En ese momento hicieron su aparición estelar los tripulantes del barco kiwi, a quienes apodamos como “LOS GUARDIANES DEL UNIVERSO”, uno de ellos lucia unos preciosos pantalones extremadamente cortos, muy deportivos, diseñados para tapar los testículos pero hábilmente cortados para dejar entrever un trozo de nalga del culo, complementaba el modelito con una camiseta ajustada, sin mangas y con unas letras medio borradas en las que se podía leer: IRONMAN, uno de los detalles mas curiosos era un bolsillo con cremallera cosido en la parte trasera de dicha prenda, no pudimos encontrar su funcionalidad……. la gorra y las gafas que llevaba en la cabeza no podían ocultar sus grandes labios pintados de color rosa… por un momento, los niños de Pana Pom Pom, dejaron de cantar y de sonreír. El soccer match siguió su curso, los jugadores de ambos equipos no presentaban grandes cualidades sobre el terreno de juego.
Por la tarde quemamos la basura en la playa de la isla de Navini, teníamos mucho residuo acumulado, así que hicimos una gran fogata, junto a los restos de una antigua base militar, usada por los americanos durante la WWII. Fue entonces cuando nuestros nuevos amigos de NZ nos invitaron a tomar una bebida en su barco… cuando finalizamos con la incineración de nuestros desechos, volvimos al SIKKIM y, sin ducharnos ni arreglarnos mucho, fuimos al “DIFFERENT DRUMMER”, el cual ondeaba una gran bandera en la que aparecía una enorme jarra de cerveza y se podía leer: THIS BAR IS OPEN… los tres mosqueteros fueron amabilisimos, nos ofrecieron un poco de su “homemade ginger beer” y tras un par de horas, fuimos íntegramente a nuestros lechos.
Hoy, al despertar, el megayacht ya había abandonado el fondeo. Hemos preparado desayuno, invitado a café a los DRUMMERS y seguidamente nos hemos dirigido al pueblo, habíamos sido invitados a la Iglesia (Service Church). Martin nos esperaba fuera, tenia unos sitios reservados para nosotros. La construcción de la Iglesia se basa en cañas, hojas de palmera entrelazadas y suelo de arena, la gente se sentaba encima de esterillas, las mujeres a la derecha, los hombres a la izquierda. Hemos vuelto a ser el centro de atención, al finalizar misa, nos han colocado en la puerta de salida y todo el pueblo nos dio la mano, uno a uno, y a la vez decían: ATEU OUA (thank you). Seguidamente, fuimos invitados a casa de Martin y de su hermano Solomon, nos ofrecieron un café y un aperitivo dominguero post misa!! esto es internacional!!!
Antes de comer, fuimos a nadar y a ver un avión japones abatido por los americanos, se encuentra a pocos metros de profundidad y esta bien conservado, plenty life! seguidamente al SIKKIM, tocaban macarrones y Martin se quedo a comer a bordo, por la tarde nos ha dejado su canoa y hemos estado practicando un poco, no resulta nada fácil, nos hemos sentido como en casa.
La mañana siguiente, tomar un buen café con Martin a bordo, el cual nos trajo unas buenas papayas, levantamos ancla y pusimos proa a nuestro siguiente destino, Conflict Islands. Dichas islas se ubican en un gran atolón coralino de unas 15 millas de longitud y en su interior se encuentran un total de 21 islas todas ellas privadas y deshabitadas excepto una donde se ubica un pequeño resort. Al parecer hay un par de buenos fondeos, buen snorkel, diving y algún spot de kitesurf. El día era ventoso pero la navegación fue tranquila e hicimos la entrada al atolón por uno de los pasos del NE cruzando el atolón por su interior. Queríamos fondear en la isla de Itamarina justo en el medio de la formación coralina. Una vez allí no vimos claro el paso de entrada a la pequeña laguna interior y decidimos cambiar de fondeo. Nos dirigimos hacia Panasesa Island donde se ubicaba el resort y donde había un fondeo cercano. Hacia días que la provisiones de a bordo eran bastante bajas y soñábamos con una buena cena y una cerveza fresca.
Nuestra amiga Fani la cual estuvo viviendo en PNG durante los últimos meses nos comento que conocía al gerente del resort, que era encantador y que nos atendería encantados a todo lo que necesitáramos. Nada mas acercarnos a la isla ya vimos que en la playa había gente con una barca así que inmediatamente salieron a nuestro encuentro. Kenet, nos comento que el resort estaba cerrado, que Matt (el gerente) no estaba y que en el lugar donde estábamos no era bueno para el fondeo dado que era muy profundo, que nos dirige-semos a la siguiente isla donde podríamos tirar el ancla en un buen sitio. Pudimos fondear con las ultimas luces del día en el fondeo que nos indicaron protegido por dos pequeñas islas unidas por un istmo de arena. El fondeo estaba lejos del resort, teniendo que atravesar un paso con fuerte corriente y misión de alto riesgo dado que teníamos poca gasolina en el dinguy así que pasamos el día por el barco, nadando y paseando por las inhabitadas islas cercanas. Confiábamos en que alguien del resort se acercase con alguna barca o nos contactasen. Durante el día no tuvimos noticias del personal del resort pero a la tarde uno de los empleados nos contacto por la radio. Nos dijo que habían recibido un mail de Matt informándoles de nuestra llegada y que a partir de entonces no nos faltase de nada. Así pues, a la mañana siguiente ya estábamos cargando los equipos de kitesurf en la barca del resort que nos había venido a buscar a bordo con nuestros nuevos amigos Tom, Kenet y Kai.
Hicimos una inspección de la isla con la barca donde nos mostraron los posibles fondeos cercanos al resort sin convencernos ninguno de ellos. Después desembarcamos en una increíble playa de arena blanca donde los demás compañeros estaban en construcción del nuevo bar del resort. Todos con una sonrisa en la cara nos saludaron y nos fueron enseñando todas las instalaciones del resort. Nos presentaron a Andy, persona a cargo de los empleados y este nos llevo a la main house. Allí nos ofreció una cerveza fría que a pesar de ser las 11 de la mañana no pudimos rechazar. Allí nos contó que el resort solo esta abierto por temporadas unicamente cuando los clientes viajan desde Australia o Alemania principalmente directos al pequeño aeropuerto de la isla. En la isla solo viven los empleados del resort que actualmente son 8 los cuales se encargan del mantenimiento de las edificaciones, construcción de nuevos edificios, conservación del huerto, etc… cuando el resort esta abierto vienen ademas nuevos empleados para el centro de buceo, cocinero, el manager y personal de servicio. Básicamente las actividades de las islas es el buceo, la pesca, el kitesurf y básicamente la contemplación. Disponen de kayaks, paddel boards, internet por satelite y todas las comodidades de un gran resort. Nos comenta Andy que Matt le ha comentado que pongan a nuestra disposición un bungalow para que podamos descansar del barco y poder disfrutar del resort a pesar de estar cerrado y con algunas limitaciones en sus servicios. Inicialmente rechazamos la oferta porque sufrimos por el barco que esta fondeado en la isla vecina, no a la vista y nos gustaría tenerlo controlado y dado que los fondeos que nos han ensenado los chicos no nos convencen, preferimos estar en el barco no vaya a pasar algo.
Finalizada la cerveza, todo el personal nos acompaña a la estupenda playa para verificar si puede ser un buen spot para hinchar las cometas. El lugar no puede ser mas bueno, se trata de una lengua de arena o istmo que une Panasesa Island con la siguiente isla ubicada a mas o menos a una milla y media. A lado y lado del istmo de arena, aguas poco profundas sin restos coralinos que arruinen nuestros pies……el viento soplaba entre 15 y 20 nudos así que podéis imaginar lo poco que tardamos en estar en el agua. Todos los empleados contemplaban bien atentos desde la playa y siempre dispuestos a ayudarnos cada vez que teníamos que bajar o subir las cometas. Ademas nos traían cocos para beber y papayas por si nos entraba el hambre….. paraíso???. Finalizada la sesión de kitesurf la mar de satisfechos dado que se habían constatado progresos importantes nos dirigimos de nuevo a la main house donde nos esperaban 3 cervezas frías en una mesita delante del mar, con tres butacones y tres toallas por si queríamos darnos una buena ducha de agua dulce…… sin comentarios.
Después de una segunda ronda de tan preciado zumo de cebada, larga conversación con Andy y un ratito de internet después de un mes sin, nuestros amigos nos llevaron de nuevo hacia el barco con el regalo especial de una botellita de vino tinto para cenar. Vista la amabilidad de esta gente y todas las facilidades que nos estaban ofreciendo nos repensamos la opción del bungalow. Durante la segunda cerveza se nos aclararon las ideas y enfrente de la main house y los bungalows donde había una playa de arena blanca observamos una zona de aguas poco profundas con fondo de arena que podía ser buena para el fondeo y que por la mañana no nos habían ensenado. “Andy, que profundidad hay alli?” preguntamos, “ unos 4-5 metros aproximadamente” nos responde. Perfecto pensamos…. la playa se ubica en la zona de barlovento de la isla expuesta al viento predominante pero si el fondo es de arena y el agarre del ancla es bueno no tiene que haber ningún problema. “Ok, Andy, pues mañana a primera hora vamos a intentar fondear aquí delante, y si todo sale bien nos instalamos en uno de los bungalows durante dos noches” le comentamos….. “ok, ok perfecto, pues hasta mañana, os estaremos esperando”contesta.
A la mañana siguiente el barco estaba fondeado en 3 metros de agua, el ancla bien clavada en la arena y cadena suficiente para soportar un buen ventarron. Nosotros, instalados en el bungalow Mantaray con vistas inmejorables al SIKKIM, ahora si que estábamos tranquilos. Los días siguientes lo pasamos por el resort de vida tranquila, saliendo a nadar, a remar con los kayaks, comiendo y cenando con los empleados, paseando por la isla, un poquito de internet, ayudandoles en sus tareas……. Una de las noches les preparamos unas buenas pizzas y pusimos varias películas en nuestro ordenador haciéndoles inmensamente felices…..convivíamos casi 24 horas juntos y para ellos fue algo que no habían hecho nunca y se les veía felices y distraídos. Nos explicaban anécdotas y costumbres de su país así como nos preguntaban curiosos sobre nosotros y nuestro viaje.
Les preguntamos sobre esta nuez que mascan continuamente tanto niños como adultos en PNG y que deja los dientes completamente rojos. Nos comentan que la nuez procede de un fruto que se llama Betel y se lo introducen en la boca y empiezan a mascar continuamente. Como complemento a dicha nuez, con la ayuda de un bastoncillo procedente de la rama de otra planta se introducen en la boca un sospechoso polvo blanco que tienen guardado en un pequeño recipiente. Dicho polvo blanco es coral muerto quemado a fuego vivo y machacado hasta hacerlo polvo. El conjunto de los tres componentes hace que cree un componente rojo que puede arruinar completamente los dientes y la boca. Lo consideran como una droga local aceptada por la sociedad y que les produce estar activos durante todo el día creando una fuerte adicción. Tras la pregunta, al cabo de 5 minutos vemos que Giam estaba preparando una gran torre de madera para quemar junto con un buen trozo de coral muerto…. en figura de Doctor, este nos explico todo el proceso de elaboración, al cabo de una hora todos tenían un buen cargamento de este sospechoso polvo blanco…. por si alguno se lo esta preguntando, nos abstuvimos a probarlo……
Queríamos estar en Port Moresby el martes a primera hora así que teníamos que salir de Conflict Islands durante la tarde del sábado no sin antes presenciar uno de los acontecimientos de la isla. Durante toda la semana cada uno de los empleados había estado construyendo su pequeña canoa a vela, el sábado era el gran día de competición así que todos nos dirigimos hacia la playa donde habíamos estado haciendo kitesurf y allí inicio el evento. Todos se metían en el agua con sus pequeñas canoas esperando el pitido inicial. Orientaban las velas, orientaban la pala del timón y soltaban las canoas que salían lanzadas a toda velocidad en “linea recta”. Una vez soltaban las canoa, ellos salían disparados, corriendo por la playa al encuentro de la canoa al otro lado de la misma. Como cada diseño era particular, algunas iban sobre dimensionadas de vela, otras no conseguían un rumbo correcto, otras volcaban y otras se perdían en el horizonte. Conclusión: dos canoas perdidas en el gran azul, muchas muchas risas y alegría por doquier…. una gran mañana.
Comimos todos juntos y por la tarde nos acompañaron al barco, no sin antes cargarnos de papayas, cocos, plátanos, etc….. la despedida como todas, breve, emotiva y muy sincera. Con este gente estableces muy rápido una amistad cariñosa y fuerte, se les veía en la cara la tristeza que les provocaba nuestra partida, desde la playa nos estuvieron despidiendo hasta que el barco desapareció en el horizonte. Nosotros a bordo aun no dábamos crédito a los 4 increíbles días que habíamos pasado y la tristeza de la partida…. Pero es la vida del navegante, tiene que estar preparado para decir adiós aun sabiendo que es definitivo y con la mente en el próximo destino y próxima gente.
Nos separaban unas 350 millas hasta la capital del país, Port Moresby así que cubrimos la distancia en unos dos días y medio. Una vez en la capital, debíamos formalizar por fin y después de 3 semanas, nuestra situación ilegal en el país. Tras algunas mentirijillas a las autoridades tras observar que nuestra salida de Vanuatu había sido hecha hace un mes, estos nos estamparon el sello en el pasaporte.
Dicen que Port Moresby, en contraste con la vida en las aldeas, es una ciudad donde el indice de criminalidad es de los mas altos del mundo y que robos, secuestros, asesinatos y violaciones están a la orden del día. Nuestra intención en la ciudad, era solventar algunos problemas técnicos en el barco, aprovisionamiento, cargar tanques de agua y gasoil y porque no darnos algún homenaje culinario después de un mes vagabundeando por las islas. Para ello las instalaciones del Royal Papua Yatch Club era el lugar idóneo para nosotros, marina de lujo asiático con gimnasio, lavandería, bar con cerveza local, restaurante con carne espectacular, duchas y todo a un precio asequible. Era lugar de encuentro de expatriados que estaban trabajando en la ciudad y donde el club les ofrecía la tranquilidad, seguridad y distracción que necesitaban después del trabajo dentro del caos de la ciudad, muchos incluso vivían en sus barcos en la marina.
Aquí nos encontramos de nuevo con nuestros amigos de ZoomaX que llevaban aquí casi dos semanas intentando solucionar algún que otro papeleo con la embajada Indonesia, esperando una buena previsión meteorológica y rompiendo un poco sus planes de fechas. Tenían ya unas ganas locas de salir de ese lugar así que nuestra llegada les supuso algo de distracción. Los días en la marina pasaron rápido entretenidos con infinidad de trabajos a bordo, compra, visitas al bar, lavanderías, etc…. Pol Ribas, nos abandonaba antes de lo previsto y volaba desde Port Moresby hacia Bali y Barcelona. Tras tres días frenéticos de trabajo a bordo el sábado 9 de agosto soltamos amarras y dejábamos Papua Nueva Guinea por la popa poniendo rumbo a Indonesia a través del Estrecho de Torres, crónica que ya había sido publicada. PONER LINK
Abandonábamos un país de contrastes entre las zonas urbanas y las zonas rurales, nos quedamos con ganas de poder descubrir mas de este paraíso inexplorado, pero en nuestras mentes quedan sus gentes así como su estilo de vida tradicional y la tranquilidad de las aldeas de las islas mas remotas.
Un fuerte abrazo
Inaki y Pol.
Que maravilla!!!!!!!! Esto es el verdadero lujo y no las 5 estrellas!!!
Besos